domingo, 27 de febrero de 2011


UN GRITO


Un hombre sin pelo
recorre el sendero,
junto a dos amigos
que llevan sombrero.

El sol se retira
tiñendo de rojo,
de sangre y de ira
el cielo, el fiordo
la tierra, la vida.

El hombre, cansado,
se apoya en la valla,
mientras sus amigos
prosiguen la marcha.
Las lenguas de fuego,
como un remolino
-de gran colorido-
invaden el cielo,
el hombre, el camino.

El hombre, afligido,
tiembla de ansiedad
al sentir “El GRITO”
sobre su ciudad.

Un grito infinito,
lanzado con fuerza.
Un grito al amor,
a la naturaleza
Un grito sin voz..

El hombre sin pelo,
camina abatido,
nadie
ha oído el lamento,
sólo él
ha oído el grito.

Imagénes: Rocío Gómez y Marco G.M.